Opiniones de John Biehl facilitador de OEA para el dialogo en Honduras
El facilitador de la Organización de Estados Americanos, John Biehl, partió del país decepcionado por los actos de vandalismo ocurridos durante la doble marcha de los indignados.Minutos antes de salir del país, Biehl dialogó con los medios de comunicación, a quienes expresó su insatisfacción por los actos vandálicos que se realizaron en las cercanías de la casa del presidente Juan Orlando Hernández
.“Anoche (viernes) a nosotros nos tocó ver una marcha de los indignados y me llamó la atención porque el romanticismo que había en ellas era parte de su fuerza, era solo paz y todo lo demás, pero después vimos digamos la forma en que utilizaron la violencia frente a la casa del Presidente y también digamos yo baje a saludarlos con mucho cariño, pero le digo que me decepcioné un poco, me pareció que había mucho alcohol, era más alcohol que el de las antorchas que estaban ellos haciendo un esfuerzo muy grande por controlar que la gente mantuviese una disciplina en paz que es muy loable, pero tenían sus dificultades al controlarlo de esa manera”, manifestó.
En ese sentido dijo que los actos que se realizan bajo las influencias del alcohol resultan ser muy peligrosos.“Ebriedad no lo esperaba, eso no lo esperaba, yo pensé quizás muy idealistamente que era diferente, pero sí había, fue una cosas que no agrada porque en cualquier país de América Latina o del mundo entero, cuando uno se encuentra con gente que está con trago, es extraordinariamente peligroso protestar en las calles”, comentó.
Sin embargo, dijo no creer que los protagonistas de estos actos de vandalismo en los que resultaron heridos varios elementos de la Policía y se causó un perjuicio a un bus de la Guardia de Honor y a un comando militar, fueran miembros de los indignados.“Yo creo que tienen mucha fuerza en la medida en que sean totalmente pacíficas, si las marchas comienzan a ser violentas, impresionan en las encuestas, lo que uno lee es que al hondureño no le gusta la violencia y la historia nos muestra que en toda América Latina, cuando para resolver un problema se recurre a la violencia, las cosas empeoran muchísimo”, dijo
.“Eso jamás puede uno estar de acuerdo, pero no creo que hayan sido, francamente no creo que hayan sido los indignados los que hicieron eso, me extrañó a mi mucho que se separaran los dos grupos ayer, dos marchas paralelas: una fue la violenta, otra mantuvo a la gente en paz y todo fue muy respetable, yo me imagino que eso está sucediendo en todas partes, la gente que quiere utilizar la fuerza de la paz para de una vez por todas combatir la corrupción y terminarla, es la que tiene el camino correcto”, agregó.
Con respecto a la percepción que obtuvo del conflicto social en Honduras por la lucha contra la corrupción, dijo que “Hay un problema de credibilidad muy grande que se nota entre gobernantes y gobernados y eso siempre hace más difícil el camino de la democracia, esa diferencia tan grande tiene que acortarse rápidamente para que prevalezcan los valores democráticos que los hondureños quieren conservar”.“Ahora el problema es que la diferencia y la distancia de la gente parece estar definida por una creencia de que hay una corrupción a la cual no se le ve que se le esté poniendo atajo, las cosas buenas que pueda hacer el gobierno que se le reconocen en términos de narcotráfico de que hay algunas gentes poderosas que hoy están presas y que en otras ocasiones estaban libres y todo lo demás, no es suficiente”.
Señaló que prueba de que aún falta mucho por hacer son los actos de corrupción que denuncian los medios de comunicación.“Todos los días aparecen cosas que la gente suele interpretar como que son todas corrupción, aparecen pequeñitas cosas, pero uno abre los diarios y en todos los días que he estado acá no hay una sola vez que en el diario no salga algo y eso tiene algo una cosa como que la gente está diciendo hasta cuándo”, expresó.“Yo diría que ese hasta cuando debe ser resuelto pacíficamente y a través del diálogo, pero parece, pareciera que no hay duda por convencimiento de los mismos hondureños que la corrupción y la impunidad no pueden continuar”, señaló.
Indicó que en el país hay “una especie de cansancio generalizado más allá de la gente con la que conversamos; cuando uno conversa con taxistas o con distinta gente en la calle o amigos que uno tiene aquí de hace muchos años, hay una especie de desengaño frente a esta casi noticia continua de gente que aparece súbitamente con muchísimo dinero”.Pese a los disturbios, Biehl aseguró que las marchas son parte de la democracia, pero pidió a los participantes que estas se realicen en paz.“A mí me parece que eso es democracia, me parece que sí ahí hay un entendimiento que es absolutamente, la marcha pacífica siempre será un derecho ciudadano y mientras sea pacífica y mientras sea con todo el simbolismo que la han estado haciendo, ahora tiene mucha fuerza, la fuerza de la paz es muy grande, la fuerza del diálogo es prácticamente invencible”, indicó
.“Yo creo que si el pueblo hondureño mantiene su amor por la paz y porque se resuelvan las cosas y comienzan a conocerse mejor los pasos concretos y si se dan más pasos concretos, yo creo que ciertamente debe resolverse por la vía pacífica; mire, la violencia lleva más violencia, no hay otra”, concluyó.Biehl informó que dentro de diez días regresará a Honduras para continuar con el diálogo.
