El 28 de junio de 2009 hubo golpe en Honduras según Presidente Congreso Nacional
El presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, volvió ayer a poner en tela de juicio las decisiones de la Corte Suprema de Justicia en torno al despido de jueces que se involucraron en aspectos políticos, aunque la ley se lo prohíbe.
Durante el foro, televisado ayer en canal 10, Hernández afirmó que hubo jueces despedidos por participar en marchas, pero hubo otras personas que fueron autorizadas a manifestarse.
Este extremo lo ha aclarado la CSJ, aunque, de haber sido cierto, los despidos no procederían precisamente porque había una autorización de por medio.
A continuación la entrevista textual:
¿Es cierto que hay un plan suyo, del presidente Lobo y de un sector de la bancada del Partido Liberal para defenestrar a la Corte y al Ministerio Público una vez que reciban el informe de la Comisión de la Verdad?
Oígame, yo creo que así como usted me dice buenos días en cada programa que vengo usted, me sale con esa pregunta.
No, es que se ha hablado mucho de eso durante su ausencia. Todas las veces que vengo a este programa me pregunta lo mismo y yo asumo que Jimmy Dacaret lo llama antes.
Pero esa información ha salido de la bancada del Partido Liberal, dicen que ustedes con esta Corte ya no van a poder eliminar esos juicios (contra Zelaya). Mire, yo no he escuchado nada al respecto. Sí escucho muchas quejas del Poder Judicial, escucho quejas de la actuación de ministros, de la actuación del Congreso. Le voy a repetir lo que le dije: Si yo no cumplo mi función, los diputados me van a quitar así como pusieron. Nadie aquí es un enviado de Dios en la tierra para querer fungir como si es alguien indispensable. Si alguien hace bien su trabajo no debería de haber problema. Pero si alguien no va a trabajar y si alguien por un tema de orden político particular sesga su juicio y toma decisiones de otra manera, esa es otra cosa.
¿Y usted cree que han hecho bien este trabajo en la Corte o no? Yo tengo mis serias dudas sobre el tema del despido de los jueces.
Entonces, ¿está admitiendo que pueden despedir a algunos magistrados?
Yo no estoy diciendo que estamos destituyendo a nadie. Yo estoy diciendo lo que siempre he dicho con respecto a ese caso. Se lo he dicho a usted, en privado, en público. Las inconsistencia que llevó al Congreso el diputado Erick Rodríguez, con el informe que mandó la propia Corte, de cómo se despide a un grupo de jueces porque anduvieron marchando, mientras a otros les dan una autorización desde la presidencia de la Corte para que vayan a marchar y a esos no los despiden, eso está en cortes internacionales. Ya admitieron esas denuncias. Le hago una pregunta: ¿qué va a pasar si condenan a Honduras?
Pero ¿el presidente de la Corte ha desmentido lo que usted dice?
Trate de obviar que usted es amigo de ellos, no talvez en la relación personal, sino en el enfoque del tema.
El presidente de la Corte dijo que no era cierto que ellos habían autorizado por escrito que esta gente fuera a una marcha. Bueno, eso es lo que hay que confirmar porque el diputado Erick Rodríguez al pleno llevó la carta y yo escuché a una magistrada (había varias personas ahí) cuando dijo: se tomó la decisión ya, después vamos a arreglar los documentos. Yo la escuché y ahí había más personas. Ese es un tema que debamos debatirlo de forma pública. Si al final esa investigación va a ser seria, tiene que ser porque se lleve a cabo escuchando a todas las partes, con los documentos del caso, y en un proceso de audiencia. Al tocarlo aquí me parece que estarían faltando a un procedimiento adecuado y correcto. Eso dependerá de la comisión que está trabajando en eso.
Pero ¿es correcto o incorrecto que traten de defenestrar a la Corte?
Mire, defenestrar me suena como algo indebido.
Es que debe haber un principio: si usted cumple con la ley no hay problema. Con el presidente de la Corte yo vengo trabajando con tres temas y vamos avanzando por el bien del país, pero pensar que todos los que están ahí no son humanos y que no pueden cometer errores y que por eso no hay ningún problema, tampoco es conveniente. El ser humano debe darse cuenta que cuando esté en un puesto debe estar todos los días revisando si está actuando bien.
¿Y harían cambios en toda la Corte o solo uno?
Yo no puedo decirle eso porque eso depende de cómo va avanzando la acción diaria de la Corte Suprema de Justicia.
Se puede comparar que alguien del Poder Judicial vaya a una marcha, pero ya a quemar llantas es diferente y ahí hubo jueces que anduvieron quemando llantas y usted lo sabe. El tema que está en discusión en esa argumentación es que a unas personas se les destituye porque fueron a marchas y a otras hasta hubo un permiso de parte de la oficina de personal. Eso es lo que está evidenciado. No obviemos que esto va a ser analizado a niveles internacionales. No tapemos el sol con un dedo. Y si llegan a condenar a Honduras… Démonos cuenta que Honduras no es solo en el mundo. Todo el apoyo internacional está condicionado a que estemos en un sistema internacional de respeto a derechos humanos. Todo, todo, todo. Y si no pregúntele al presidente del Banco Interamericano, que anda aquí. Cuando eso de los jueces ocurrió nos quitaron los préstamos del BID, yo estaba ahí y lo hablé con él. Luego le expliqué que el presidente de la República y nosotros en el Congreso no compartíamos eso y que íbamos a ver qué era lo que había pasado. Costó volver a destrabar eso.
¿Aquí se dice que quién manda aquí, Brasil, Argentina, Chile o ustedes?
Manda la justicia, no lo que un grupo reducido de personas, con un capricho por dentro, crean que sea lo bueno para querer deshacer a todos los demás solo porque no comparten sus ideas. Esa es la realidad.
¿Y por eso van a quitar ustedes a un poder del Estado?
Usted es el que está diciendo eso. Está utilizando el mismo lenguaje de Jimmy Daccaret. Usted fue de los defensores de lo que el Congreso hizo en el caso del ex presidente Zelaya cuando estaba excediéndose en el poder. Y el presidente Zelaya no fue electo por el Congreso, fue electo por el pueblo. Sin embargo, el Congreso procedió y usted dijo que eso era correcto. La Corte lo avaló. Cómo es que ahora un funcionario que el Congreso elige no puede ser revisado en su conducta de parte del Congreso. Las justificaciones hay que hacerlas en un proceso donde todo mundo se pueda escuchar sin juicios preconcebidos, porque nadie tiene corona superior para creerse y que no se le pueda revisar.
¿Qué pasó a su juicio el 28 de junio, un golpe de Estado o una sucesión presidencial?
Las dos cosas. Hubo un quebrantamiento del orden normal de cosas en Honduras, desde la Constitución hacia abajo. ¿Qué fue ese quebrantamiento? los excesos que venía cometiendo el presidente Zelaya. ¿Sucesión por qué? Porque en la Constitución se establece cuál es el orden y quién le sigue. Nosotros le dijimos al presidente del Congreso en ese entonces, Roberto Micheletti, que la única manera que nosotros vamos a apoyar es dándonos cuenta, que como no está el presidente Zelaya, ustedes muestren una renuncia y, no está, entonces se tiene que poner a alguien que dirija el destino del país, pero ustedes tienen que comprometerse con nosotros a convocar a un gran diálogo incluyendo a un representante de Zelaya, a gente de la OEA, de Naciones Unidas. Me dijo a mí en privado que sí lo iba a hacer y después se lo pregunté públicamente. Lo intentó hacer a través de dos, tres personas y no le funcionó y después tuvo que venir lo de san José.
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Este extremo lo ha aclarado la CSJ, aunque, de haber sido cierto, los despidos no procederían precisamente porque había una autorización de por medio.
A continuación la entrevista textual:
¿Es cierto que hay un plan suyo, del presidente Lobo y de un sector de la bancada del Partido Liberal para defenestrar a la Corte y al Ministerio Público una vez que reciban el informe de la Comisión de la Verdad?
Oígame, yo creo que así como usted me dice buenos días en cada programa que vengo usted, me sale con esa pregunta.
No, es que se ha hablado mucho de eso durante su ausencia. Todas las veces que vengo a este programa me pregunta lo mismo y yo asumo que Jimmy Dacaret lo llama antes.
Pero esa información ha salido de la bancada del Partido Liberal, dicen que ustedes con esta Corte ya no van a poder eliminar esos juicios (contra Zelaya). Mire, yo no he escuchado nada al respecto. Sí escucho muchas quejas del Poder Judicial, escucho quejas de la actuación de ministros, de la actuación del Congreso. Le voy a repetir lo que le dije: Si yo no cumplo mi función, los diputados me van a quitar así como pusieron. Nadie aquí es un enviado de Dios en la tierra para querer fungir como si es alguien indispensable. Si alguien hace bien su trabajo no debería de haber problema. Pero si alguien no va a trabajar y si alguien por un tema de orden político particular sesga su juicio y toma decisiones de otra manera, esa es otra cosa.
¿Y usted cree que han hecho bien este trabajo en la Corte o no? Yo tengo mis serias dudas sobre el tema del despido de los jueces.
Entonces, ¿está admitiendo que pueden despedir a algunos magistrados?
Yo no estoy diciendo que estamos destituyendo a nadie. Yo estoy diciendo lo que siempre he dicho con respecto a ese caso. Se lo he dicho a usted, en privado, en público. Las inconsistencia que llevó al Congreso el diputado Erick Rodríguez, con el informe que mandó la propia Corte, de cómo se despide a un grupo de jueces porque anduvieron marchando, mientras a otros les dan una autorización desde la presidencia de la Corte para que vayan a marchar y a esos no los despiden, eso está en cortes internacionales. Ya admitieron esas denuncias. Le hago una pregunta: ¿qué va a pasar si condenan a Honduras?
Pero ¿el presidente de la Corte ha desmentido lo que usted dice?
Trate de obviar que usted es amigo de ellos, no talvez en la relación personal, sino en el enfoque del tema.
El presidente de la Corte dijo que no era cierto que ellos habían autorizado por escrito que esta gente fuera a una marcha. Bueno, eso es lo que hay que confirmar porque el diputado Erick Rodríguez al pleno llevó la carta y yo escuché a una magistrada (había varias personas ahí) cuando dijo: se tomó la decisión ya, después vamos a arreglar los documentos. Yo la escuché y ahí había más personas. Ese es un tema que debamos debatirlo de forma pública. Si al final esa investigación va a ser seria, tiene que ser porque se lleve a cabo escuchando a todas las partes, con los documentos del caso, y en un proceso de audiencia. Al tocarlo aquí me parece que estarían faltando a un procedimiento adecuado y correcto. Eso dependerá de la comisión que está trabajando en eso.
Pero ¿es correcto o incorrecto que traten de defenestrar a la Corte?
Mire, defenestrar me suena como algo indebido.
Es que debe haber un principio: si usted cumple con la ley no hay problema. Con el presidente de la Corte yo vengo trabajando con tres temas y vamos avanzando por el bien del país, pero pensar que todos los que están ahí no son humanos y que no pueden cometer errores y que por eso no hay ningún problema, tampoco es conveniente. El ser humano debe darse cuenta que cuando esté en un puesto debe estar todos los días revisando si está actuando bien.
¿Y harían cambios en toda la Corte o solo uno?
Yo no puedo decirle eso porque eso depende de cómo va avanzando la acción diaria de la Corte Suprema de Justicia.
Se puede comparar que alguien del Poder Judicial vaya a una marcha, pero ya a quemar llantas es diferente y ahí hubo jueces que anduvieron quemando llantas y usted lo sabe. El tema que está en discusión en esa argumentación es que a unas personas se les destituye porque fueron a marchas y a otras hasta hubo un permiso de parte de la oficina de personal. Eso es lo que está evidenciado. No obviemos que esto va a ser analizado a niveles internacionales. No tapemos el sol con un dedo. Y si llegan a condenar a Honduras… Démonos cuenta que Honduras no es solo en el mundo. Todo el apoyo internacional está condicionado a que estemos en un sistema internacional de respeto a derechos humanos. Todo, todo, todo. Y si no pregúntele al presidente del Banco Interamericano, que anda aquí. Cuando eso de los jueces ocurrió nos quitaron los préstamos del BID, yo estaba ahí y lo hablé con él. Luego le expliqué que el presidente de la República y nosotros en el Congreso no compartíamos eso y que íbamos a ver qué era lo que había pasado. Costó volver a destrabar eso.
¿Aquí se dice que quién manda aquí, Brasil, Argentina, Chile o ustedes?
Manda la justicia, no lo que un grupo reducido de personas, con un capricho por dentro, crean que sea lo bueno para querer deshacer a todos los demás solo porque no comparten sus ideas. Esa es la realidad.
¿Y por eso van a quitar ustedes a un poder del Estado?
Usted es el que está diciendo eso. Está utilizando el mismo lenguaje de Jimmy Daccaret. Usted fue de los defensores de lo que el Congreso hizo en el caso del ex presidente Zelaya cuando estaba excediéndose en el poder. Y el presidente Zelaya no fue electo por el Congreso, fue electo por el pueblo. Sin embargo, el Congreso procedió y usted dijo que eso era correcto. La Corte lo avaló. Cómo es que ahora un funcionario que el Congreso elige no puede ser revisado en su conducta de parte del Congreso. Las justificaciones hay que hacerlas en un proceso donde todo mundo se pueda escuchar sin juicios preconcebidos, porque nadie tiene corona superior para creerse y que no se le pueda revisar.
¿Qué pasó a su juicio el 28 de junio, un golpe de Estado o una sucesión presidencial?
Las dos cosas. Hubo un quebrantamiento del orden normal de cosas en Honduras, desde la Constitución hacia abajo. ¿Qué fue ese quebrantamiento? los excesos que venía cometiendo el presidente Zelaya. ¿Sucesión por qué? Porque en la Constitución se establece cuál es el orden y quién le sigue. Nosotros le dijimos al presidente del Congreso en ese entonces, Roberto Micheletti, que la única manera que nosotros vamos a apoyar es dándonos cuenta, que como no está el presidente Zelaya, ustedes muestren una renuncia y, no está, entonces se tiene que poner a alguien que dirija el destino del país, pero ustedes tienen que comprometerse con nosotros a convocar a un gran diálogo incluyendo a un representante de Zelaya, a gente de la OEA, de Naciones Unidas. Me dijo a mí en privado que sí lo iba a hacer y después se lo pregunté públicamente. Lo intentó hacer a través de dos, tres personas y no le funcionó y después tuvo que venir lo de san José.
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