El contrato de Pepe
Revista Hablemos Claro Editorial… “Si Pepe Lobo, como dice, tiene su contrato social con los hondureños de no pretender más tiempo de gobierno que el que establece la Constitución, también debe contemplar el respeto a las demás leyes que rigen por igual, sin privilegios para determinado ciudadano”...
El fenómeno de la imitación es algo que sorprende, porque para mal, aunque algunas veces para bien, la imitación casi siempre no es propensa a dar resultados positivos, aunque en nuestro medio una de las formas más comunes de aprender y hacer las cosas es copiar lo que hacen los demás.
Decimos lo anterior porque muchos creen que Pepe Lobo está haciendo lo mismo que quiso hacer el expresidente Zelaya, con la notable diferencia que Pepe está agotando los procedimientos que contemplan las leyes, aunque en el fondo está buscando los mismos objetivos. Pepe Lobo ha desmentido al diario venezolano El Universal que consignó una supuesta reunión con Mel Zelaya en Caracas y ha soltado las propuestas con las cuales Mel Zelaya condiciona su retorno a Honduras. Entre estas está la convocatoria a una Constituyente, como si esto dependiera de una persona.
No se puede negar que la reunión con Chávez en Cartagena abre el camino para regresar a la OEA, porque Chávez es la llave para abrir el cerrojo que mantienen los países de la Alba para el retorno al mencionado organismo. Esto es lo obvio, lo demás, la mayor parte de los acuerdos no llegan a conocerse porque los presidentes tienen el privilegio de guardar en absoluta discreción aquellos asuntos que manejan y que tienen que ver con sus objetivos personales. Sin embargo en declaraciones ofrecidas Pepe Lobo pareciera decirnos que no está imitando a Zelaya, porque tiene su propio contrato social con la población que lo eligió para cuatro años de gobierno. Zelaya condiciona su retorno a Honduras con cuatro puntos y Pepe Lobo con mucha generosidad le dice a Mel que le cumple todo, hasta lograr que los tribunales le eliminen los juicios en su contra, por manejos de dinero público y aún así Zelaya busca cada vez más excusas para seguir hablando desde afuera. Llegamos a la conclusión que Zelaya no quiere regresar a Honduras, no porque sea tan malo el trato que le ofrece Pepe, sino porque hay un mal ambiente que ha sido regado desde el exterior, en el sentido que los servicios secretos de un país han descubierto una trama preparada para eliminarlo en Honduras. Las autoridades hondureñas conocen este plan, lo conoce Colombia y también República Dominicana; que la versión sea cierta o no de cualquier manera siembra la duda y el temor, que es lo que hacen que Mel Zelaya no quiera regresar al país. ¿Quién está detrás de esta trama queriendo cobrarle a Mel Zelaya una factura por un servicio mal prestado? No necesitamos puntualizar con nombre y apellido, porque las autoridades de Honduras, de Colombia y Dominicana lo saben y lo sabe el propio Mel.
Así que, si Pepe Lobo, como dice, tiene su contrato social con los hondureños de no pretender más tiempo de gobierno que el que establece la Constitución, también debe contemplar el respeto a las demás leyes que rigen por igual, sin privilegios para determinado ciudadano. Algunos abogados expertos en enredar las cosas dicen que la eliminación de los juicios de Zelaya se dio en el momento que se aprobó el decreto de amnistía. Quien sabe que esto sea así porque otros sostienen lo contrario. Confiemos en que Pepe Lobo está actuando en función del país y no de objetivos personales como muchos suponen y que el fin último que está persiguiendo con su acercamiento a Hugo Chávez no solo es granjearse el regreso a la OEA sino evitar que estos pequeños grupos radicales de anarquistas que se creen los dueños de las calles sigan engañados dejándose influir por el histerismo simplista del exgobernante que ha caído en el papel del niño caprichoso que no se lava la cara mientras no le den de chupar el caramelo. Porque Honduras está por encima de todo, caiga quien caiga.
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El fenómeno de la imitación es algo que sorprende, porque para mal, aunque algunas veces para bien, la imitación casi siempre no es propensa a dar resultados positivos, aunque en nuestro medio una de las formas más comunes de aprender y hacer las cosas es copiar lo que hacen los demás.
Decimos lo anterior porque muchos creen que Pepe Lobo está haciendo lo mismo que quiso hacer el expresidente Zelaya, con la notable diferencia que Pepe está agotando los procedimientos que contemplan las leyes, aunque en el fondo está buscando los mismos objetivos. Pepe Lobo ha desmentido al diario venezolano El Universal que consignó una supuesta reunión con Mel Zelaya en Caracas y ha soltado las propuestas con las cuales Mel Zelaya condiciona su retorno a Honduras. Entre estas está la convocatoria a una Constituyente, como si esto dependiera de una persona.
No se puede negar que la reunión con Chávez en Cartagena abre el camino para regresar a la OEA, porque Chávez es la llave para abrir el cerrojo que mantienen los países de la Alba para el retorno al mencionado organismo. Esto es lo obvio, lo demás, la mayor parte de los acuerdos no llegan a conocerse porque los presidentes tienen el privilegio de guardar en absoluta discreción aquellos asuntos que manejan y que tienen que ver con sus objetivos personales. Sin embargo en declaraciones ofrecidas Pepe Lobo pareciera decirnos que no está imitando a Zelaya, porque tiene su propio contrato social con la población que lo eligió para cuatro años de gobierno. Zelaya condiciona su retorno a Honduras con cuatro puntos y Pepe Lobo con mucha generosidad le dice a Mel que le cumple todo, hasta lograr que los tribunales le eliminen los juicios en su contra, por manejos de dinero público y aún así Zelaya busca cada vez más excusas para seguir hablando desde afuera. Llegamos a la conclusión que Zelaya no quiere regresar a Honduras, no porque sea tan malo el trato que le ofrece Pepe, sino porque hay un mal ambiente que ha sido regado desde el exterior, en el sentido que los servicios secretos de un país han descubierto una trama preparada para eliminarlo en Honduras. Las autoridades hondureñas conocen este plan, lo conoce Colombia y también República Dominicana; que la versión sea cierta o no de cualquier manera siembra la duda y el temor, que es lo que hacen que Mel Zelaya no quiera regresar al país. ¿Quién está detrás de esta trama queriendo cobrarle a Mel Zelaya una factura por un servicio mal prestado? No necesitamos puntualizar con nombre y apellido, porque las autoridades de Honduras, de Colombia y Dominicana lo saben y lo sabe el propio Mel.
Así que, si Pepe Lobo, como dice, tiene su contrato social con los hondureños de no pretender más tiempo de gobierno que el que establece la Constitución, también debe contemplar el respeto a las demás leyes que rigen por igual, sin privilegios para determinado ciudadano. Algunos abogados expertos en enredar las cosas dicen que la eliminación de los juicios de Zelaya se dio en el momento que se aprobó el decreto de amnistía. Quien sabe que esto sea así porque otros sostienen lo contrario. Confiemos en que Pepe Lobo está actuando en función del país y no de objetivos personales como muchos suponen y que el fin último que está persiguiendo con su acercamiento a Hugo Chávez no solo es granjearse el regreso a la OEA sino evitar que estos pequeños grupos radicales de anarquistas que se creen los dueños de las calles sigan engañados dejándose influir por el histerismo simplista del exgobernante que ha caído en el papel del niño caprichoso que no se lava la cara mientras no le den de chupar el caramelo. Porque Honduras está por encima de todo, caiga quien caiga.
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